Huelga Salvaje
Estoy contento; son las 18:53, teóricamente tenia que estar en Madrid desde hace más de 24 horas, pero debido a la huelga de trabajadores de Iberia, estoy aún en Barcelona, esperando que salga mi vuelo (pero no tengo conexión a Internet, asi que sólo puedo escribir en el portátil), no se cuando llegaré a Madrid.
Lo que ha pasado en El Prat ha sido caótico, todo colapsado, gente y maletas por todos lados. Colas interminables, he calculado que para llegar del inicio de la cola de la oficina de ventas de Spanair al final, se tardan dos minutos andando, ¡increíble! Reparten gratuitamente agua y (creo) bocadillos los empleados del aeropuerto, el calor se hace asfixiante. La gente duerme como puede en el suelo (incluso me han ofrecido amablemente una colchoneta hinchable de playa para descansar), no hay espacio físico, hay gente que ha pasado la noche en las cintas transportadoras o incluso debajo de los coches de exposición del aeropuerto; y muchos, en la calle, que hace menos bochorno que dentro. Sus caras son de desesperación, de angustia, de rabia, de impotencia...
No estoy contento por todo esto que está pasando, ni porque vea que mi vuelo finalmente embarca. Últimamente me irritaba a menudo por cualquier cosa, me enfadaba conmigo mismo y me tomaba demasiado a pecho todos los problemas, los míos y los de los demás, quería dar solución a todo y me desesperaba el no poder hacerlo, hasta el punto de estar bloqueado emocionalmente. Pero hace unos días me di cuenta que no merece la pena y decidí que intentaría disfrutar de todo, absolutamente de todo lo que hiciera, por supuesto que se que seguiría teniendo problemas y que intentaría solucionarlos, pero de otra forma, viendo la vida desde otro punto de vista.
Ya lo conseguí cuando fui al dentista la semana pasada pero esto ha sido mi primera gran prueba de fuego. La razón de mi alegría es de esto, he superado este problema con tranquilidad, serenidad, sin preocupaciones y sin irritarme. He pasado mucho tiempo solo, pero he disfrutado, he leído mucho, he paseado, he hecho fotos (cada vez me gusta más la fotografía), he hecho turismo ... y no he perdido la calma, porque no merece la pena ;)